miércoles, septiembre 07, 2005

Caramelos.

Pensando, hablando...una amiga me dijo algo así como una metáfora, una comparación. Me tomé la libertad de redactarla y sacar una conclusión.


Los seres humanos somos como caramelos. Existimos de muchos gustos; de muchos colores. Están los conocidos, están los extravagantes, los inéditos, los de siempre, los que nunca nadie vio.
Algunos vienen en envoltorios resistentes, otros en una débil capa de algún tipo de material... otros, simplemente se venden o compran sueltos. No tienen mucho para esconder ni para mostrar.
Los hay sueltos, los hay de a paquetes, y los hay de a tres y de a dos.
A algunos los probamos con una expectativa, esperando algo. Y si no nos gustan sencillamente los tiramos al tacho de basura, desilusionados. A otros los conocemos en su totalidad: conocemos el envoltorio y ya sabemos de qué se trata. Sabemos lo que va a acontecer. Sabemos cada sensación que vamos a sentir...
...Sin embrago nunca faltan las sorpresas: puede estar demasiado duro, demasiado blando...quizá muy viejo.
Algunos son irresistibles. A otros nos lo dieron como vuelto en una farmacia y quedaron guardados en esa campera que teníamos puesta...
A algunos siempre los ignoramos. Probablemente siempre estuvieron a nuestro alcance pero nunca nos dimos cuenta que estaban, o quizás nunca nos vimos interesados en saber que siempre estuvieron ahí. Pero al probarlos, aunque sea tan solo como una última opción, volvemos a ellos casi desesperados buscando más, habiendo sentido casi la mejor sensación de todas las previas.
A veces volvemos y ya no están. Otras volvemos y siguen esperándonos.
Sería bueno sacar los prejuicios y probarlos a todos, pero no creo que nadie en todo el planeta tenga la boca tan dulce.


P.L.

3 comentarios:

Locura de nuestra mente, hecha palabra dijo...

Penny,increible tu post,extrañaba tu presencia en este espacio.
No se que caramelo soy yo, y sigo descubriendo cada dia que tipo de caramelo sos vos.Quizas nunca lo sepa pero realmente disfruto descubrir matices en vos.
No se si lograre probar todos los sabores existentes pero si habra que seguir comprando en esa dulceria si tienen mercaderia de calidad como la suya.
besos,dulces
Diego.

Anónimo dijo...

Que post tan dulce! Me dan ganas de comer caramelos.
¿Que pasa con lo Ácidos? A mi me encantan...Tal vez nosotros tenemos un toque de acidez, en especial, con nuestro humor. Pero un touch, siempre es bienvenido.

¿Qué pasa con aquellos que son exquisitos cuando los probas, pero cuando se acaban, dejan en tu boca un gusto horrible? De esos, conozco demasiados.

Sinceramente, Penny, es un placer volver a leerte...como siempre.
Saludos
Beth

Patronimus dijo...

Habia unos caramelos de cafe que cuando eran chico me gustaban mucho... y ahora me desagradan.
Aunque hace mil que no los veo mas.

Pero tengo una coleccion de gente caramelo con los gustos que mas me agradan.

Lo interesante es que el gusto que tenga el caramelo no solo depende del caramelo, sino de quien lo este probando.
Yo para algunos se que soy amargo. :)
[ No vale no creerme ]

Chkorp~>