lunes, septiembre 26, 2005

Misantropía antagónica

El único motivo por el cual el silencio me mantiene callada, es para evitar pronunciar que no tengo nada para decir.
El único motivo por el cual conservo mi amor por la vida, es porque se que si éste prevalece en mi podré seguir viendo a la vida con cariño desgastado, y no con odio por estrenar.
El único motivo por el cual las voces resuenan en mi cabeza, es porque de aquellas voces resonantes aprendí a hablar.
El único motivo por el cual descanso cuando hay mucho para decir, es para encontrar la forma de decirlo sin tener sueño.
El único motivo por el cual corro con mucho ímpetu en cada paso, es para no quedarme quieta y recordar que podría estar corriendo.
El único motivo por el cual me siento al lado del fuego, es porque el frío al que tanto admiro no logro caerle simpática.
El único motivo por el cual intento contener mi respiración el mayor tiempo posible cuando estoy bajo el agua, es para comprobar que si muero ahogada seré lo suficientemente audaz de decirle a la muerte que pude aguantar más tiempo que la vez pasada.
El único motivo por el cual me gustan las oportunidades es que si me equivoco al decirlo quisiera gozar de una de ellas.
El único motivo por el cual no entiendo, es porque alguien no tiene el mismo punto de vista que yo.
El único motivo por el cual espero, es para evitar que pase el tiempo sin hacer nada.
El único motivo por el cual sigo, es para evitar que la inestabilidad de la vida se apodere de mi y decida seguir haciendo cosas sin mi consentimiento.
El único motivo por el cual aprendo, es para poder enseñar lo que yo no pude entender.
El único motivo por el cual hablo, es porque es divertido tener voz.
El único motivo por el cual canto es para no callar y recordar que la vida es más que palabras.
El único motivo por el cual respiro, es para pensar que si dejo de hacerlo nunca más voy a poder darme cuenta de.
El único motivo por el cual me despierto, es para no tener que darme cuenta que me quedé dormida.
Quisiera no tener motivos únicos, pero qué más da... el único motivo por el cual sigo conservándolos es para no encontrarme un día sin motivos y darme cuenta que el único motivo por el cual dejé de tenerlos fue para experimentar que podía tener un único motivo: deshacerme de él.


Juli

1 comentario:

Locura de nuestra mente, hecha palabra dijo...

juli,se por lo que estas pasando y es una cagada pero aùn las desilusiones nos sirven para ver un panorama mas completo,espero que este árbol no te impida ver el bosque de las cosas buenas que hay en la vida. Si cada dia me despierto y no salgo corriendo de este mundo que a veces nos oprime es por que asi como existe este mundo opresivo asi existis vos, una bocanada de aire fresco, una alegria en mi vida y quien no pueda ver lo grandiosa que sos,alla ellos,que mas da...jode a veces pero no te dejes desanimar,yo se que vales y se que no hay limite para lo que podes lograr aunque a veces vos no lo creas. Pasamos a travez del fuego, vivimos, sufrimos, amamos, odiamos, perdemos, ganamos. Podriamos vivir sin sufrir toda nuestra vida, pero que aprenderiamos de eso, ¿quien querria vivir en una vida donde nada pueda pasarnos?.
Ahora estamos pasando a travez del fuego, cambiando, viendo, nadie sale indemne de esta vida,todos sufrimos,pero si atravezamos los sufrimientos, soportamos y utilizamos nuestras pasiones podemos decir que hemos vivido. El camino no es facil y no todos quieren recorrerlo pero se que nos encontraremos del otro lado.
Diego
pd:se que suena demasiado filosofico, pero espero que sepas que te quiero y que podes contar conmigo
pd2:la vida sigue siendo bella,penny,no lo olvides.