domingo, abril 23, 2006

Historias de Buenos Aires

Ella camina sobre las baldosas mojadas de un Mayo lluvioso, en una ciudad gris llamada Buenos Aires.
Se mueve entre gente apurada y bocinazos, en un barrio que alguna vez fue prospero, o por lo menos es lo que su madre dice cuando ella dice que Once es un asco ahora.
Camina entre bolsas de basura desparramadas por la calle, destrozadas por los perros y por los cartoneros.
Piensa como se llevo a eso, a que la gente tenga de comer de la basura.
Va a tomar un cafe, antes de ir a estudiar de nuevo, en la facultad.
En el bar se encuentran las dos caras de la realidad, gente grande buscando entre los clasificados del diario algún empleo que les permita sentirse utiles, o por lo menos comer.
Esta tambien la gente que estudia, preparando parciales mientras se toma un cortadito con medialunas. Algunos de ellos parecen alegres, por poder estudiar.
Otros se notan demacrados, pensando para que se metieron a estudiar eso y evaluando si presentarse o no al examen.
Una pequeña, muy pequeña cantidad de gente, estan leyendo cosas que no les interesa, de una carrera que no hubiesen elegido pero el deseo de los padres fue mucho más grande que el de ellos mismos. Mi'jo el dotor¡, o lo que es lo mismo, yo a traves de mi hijo soy doctor.
Un chico, mal vestido, sucio, no mas de 8 años de edad entra al bar a pedir limosna, la mayoria hace como que no lo ve, casi nadie le habla.
Se acerca a la mesa de ella, y ella le da una pequeña limosna, no por que quisiese darsela ni le diese lastima sino por que queria sacarselo de encima.
El mozo, con el delantal sucio, con los pensamientos a millones de kilometros de allí se acerca a donde esta el chico y lo apura para salir, repitiendo por enesima vez que no puede entrar a pedir al bar. Al mozo no le importa que le den limosna al chico, pero cuanto más le den de limosna al chico menos propina le van a dar a él.
El mozo se aleja a atender a un cliente regular. Todos los martes a las 8,15 de la mañana Jose va al bar de Cordoba y Uriburu, pide un cafe bien cargado y el diario, ojea con rapidez las noticias internacionales, se fija un poco más las noticias economicas y dedica casi toda su atención a los chistes y al deportivo.
Jose es de Racing, y lo vio campeon cuando era adolecesente y hace un par de años atras, pero es una persona sufrida, no solo por la cantidad de años que Racing no salió campeon, sino que es viudo, el mozo nunca conocio a la esposa de Jose, al parecer Jose empezo a frecuentar el bar hace 15 años, despues de la muerte de su esposa.
Jose le mostro una vez una foto de su esposa, en la que estaban de vacaciones en Jujuy, realmente era Hermosa y el mozo vio la diferencia que habia entre el Jose que se mostraba en la foto y el que tomaba el cafe bien cargado en el bar que trabaja hace tanto tiempo, lo único que quedaba de Jose era un cascaron vacio, animado solo por la campaña de Racing y su cafe de los martes en el Bar.
Las horas pasan languidas, con el ocasional chirrido de la puerta cuando entraba alguien, viejos parroquianos, universitarios que preparaban examenes, que lo hacian parte de sus alegrias al aprobar o que se reponian de un bochazo por una pregunta descolocada.
Madrugadores del lunes que se quejaban del penal mal cobrado, o de un gol en off side.
Todo esto pasaba en el Bar de Cordoba y Uriburu, donde una chica con el paraguas roto, y el cabello mojado se refugio de una tormenta.
Maria llamo al mozo, le pago el cafe y le dejo propina, más de lo que el mozo hubiese esperado, menos de lo que hubiese deseado.
Se toma el 132 y se baja en Rivadavia, a 6 cuadras de la facultad, llega totalmente empapada, el paraguas destrozado y el pelo parado por la humedad.
Entra a la facultad, esquiva todos los papeles de los partidos politicos, abre su cuaderno y escribe: ''ella caminaba sobre las baldozas mojadas de una ciudad gris llamada Buenos Aires....''

Espero les guste.
Diego

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